Hoy queremos compartir contigo algunos consejos para que sepas diferenciar el punto perfecto de maduración de un tomate, claro está que si son de Naturinda, no vas a tener que fijarte ya que de eso ya nos encargamos nosotros. Pero por si acaso no tienes la posibilidad de comprar nuestros tomates, ten en cuenta lo siguiente:
1- La piel del tomate tiene que ser suave y ligeramente brillante.
2- Lo primero que hay que mirar es siempre la parte posterior, pues es donde maduran primero.
3- Es necesario comprobar la textura del tomate para asegurarnos de que está en su punto correcto de maduración, ni demasiado pasado ni demasiado verde. Para ello, tomamos el tomate en la mano y lo apretamos ligeramente. Si está blando significa que está demasiado maduro, y si la consistencia es buena pero tiene alguna parte ligeramente blanda también debemos evitar comprar ese tomate: en dos días será papilla pura. Los tomates con consistencia dura tampoco son recomendables: están verdes, y en algunos casos han madurado en cámaras. Lo más recomendable siempre es consumir el tomate en su punto de maduración y sin que esté muchos días fuera de la rama. Para ello, la máxima ya la conocemos: proximidad y temporada. Siempre que sea posible, claro.
4- El olor es clave. Olvídate de los tomates que no huelen, los tomates tienen un olor dulce y fresco.
5- Que no sean muy grandes. A menudo nos entrarán por el ojo por su gran tamaño, pero los tomates muy grandes no serán tan sabrosos como los de tamaño medio.
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